Las denominaciones "derecha" e "izquierda" adquirieron significado político en la Revolución Francesa, cuando dos tendencias revolucionarias distintas, se ubicaron a la derecha y a la izquierda del salón de sesiones de la Asamblea Nacional Francesa: Los girondinos a la derecha y los jacobinos a la izquierda. Los respectivos nombres de estos dos partidos, al igual que las denominaciones políticas "derecha" e "izquierda", que nos acompañan a lo largo de dos siglos, no nos proporcionan información alguna respecto de sus diferencias ideológicas o psico-filosóficas. Ellos se relacionan solamente con el lugar de origen de parte de sus dirigentes: La Gironda en el suroeste de Francia, o su lugar de reunión: el monasterio Jacobino.
Tampoco es posible señalar diferencias significativas entre las ideologías de estos dos partidos. Ambos aspiraban al mismo objetivo: Una sociedad más libre, igualitaria y solidaria. A pesar de ello, "izquierda" y "derecha" constituyen, hasta nuestros días, los dos extremos del espectro político, que produjo 200 años saturados de guerra y genocidio. El objetivo de este ensayo es señalar las substanciales diferencias en la infraestructura psico-filosófica de estas dos tendencias y de sus herederas en el siglo XX. Quizás ello ayude a entrever, en parte , la causa del terrible drama del, probablemente, más sangriento siglo de la historia humana.
Es posible, por una parte, observar elementos psico-filosóficos compartidos por los girondinos y los ideólogos de las revoluciones democrático-liberales en Inglaterra y en Estados Unidos. Por lo tanto, a pesar de que ambas revoluciones ocurrieron antes de que las denominaciones "izquierda" y "derecha" tuvieran significado político, está justificado aplicarles a ambas el rotulo: "derecha". Mientras que los elementos psico-filosóficos antagónicos, son compartidos por jacobinos y marxistas, principales representantes de la "izquierda".
Las revoluciones democrático-liberales en Inglaterra y Estados Unidos, fundaron regímenes estables por 800 y más de 200 años, respectivamente. Mientras que el proceso de crear un régimen democrático-liberal de estilo inglés, iniciado por los girondinos, fue interrumpido a los tres años de iniciado, por la asunción al poder de los Jacobinos. La sangre de alrededor de 100 mil aristócratas y sus supuestos servidores, inundo entonces Francia en el llamado "Reino del Terror". Terror que terminó finalmente con la sustitución del rey por un emperador, dejando a Europa inmersa en una serie de guerras. Los marxistas, por su parte, los superaron asesinando centenares de millones de sus propios ciudadanos, en los infelices países que cayeron en sus manos. Finalmente, sus regímenes se desplomaron dejando a sus pueblos sumergidos en miseria, delincuencia y prostitución.
Tres formas de soberbia de la izquierda vs. humildad de la derecha, constituyen las más notorias diferencias psico-filosóficas:
I. Soberbia de los Buenos vs. Humildad de los Iguales.
La creencia en la división de la humanidad en buenos y malos, en hijos de la luz y de la oscuridad, y en la lucha continua entre ellos, está profundamente arraigada en la psicología humana. Sus huellas nos conducen hasta los límites de la prehistoria – al zorostrismo – que algunos historiadores ubican sus orígenes en el siglo XVIII A.C. Religión que fue dominante en el Imperio Persa por más de mil años, desde la India hasta Etiopía, basada en la existencia de dos entes supremos: Ormus, creador del mundo y todo lo bueno, y Arman, orígen de todo mal.
Ecos de esta creencia aparecen, aparentemente, en los rollos hallados en la orilla del Mar Muerto, en la forma de guerra entre los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad. También en la Biblia aparece el diablo, pero en forma muy lateral y reducida. Por ejemplo en el diálogo filosófico en Job (1, 6) y en Zacarías (3, 1), más como alegoría que como elemento de fe. En el siglo III D.C., aparece en Persia y se extiende, desde la India hasta Europa y Africa, una nueva religión: el maniqueísmo. La que describe la realidad como lucha entre el Bien y el Mal y su nombre ha sido usado, en filosofía política, para señalar aquellas ideologías que dividen los seres humanos en buenos y malos.
La más relevante de las diferencias existentes entre los dos partidos centrales de la Revolución Francesa – girondinos y jacobinos – fue precisamente la división, por los últimos, de los seres humanos en buenos y malos, justos y perversos. Los plebeyos, que sufrían humillación y explotación por los aristócratas, eran los buenos. Los aristócratas, que vivían en riqueza y placeres a cuenta del sufrimiento y miseria de los plebeyos, y sus servidores, eran los malos. Poseídos por esta creencia, y viendo los procesos sociales como guerra de los buenos contra los malos, iniciaron desde el momento que tomaron el poder, el período más sangriento de la Revolución Francesa: El "Reino del Terror". Comenzaron asesinando a todos los aristócratas que no lograron huir a tiempo y siguieron con todos los sospechosos de ser sus servidores (1). Esto fue sólo una señal, de lo que esperaba a la humanidad 100 años después, cuando otros ensoberbecidos "buenos", los marxistas, se apoderarín de extensas zonas del mundo.
A diferencia de los jacobinos, los girondinos incluían en sus filas numerosos aristócratas. Entre ellos: Charles L. de Secondant Barón de Montesquieu, fundador de la Filosofía Política Liberal Moderna, quien tuvo la suerte de morir antes de la Revolución Francesa – salvándose así de morir en la guillotina, al son de los aplausos de los presentes; y el Marques de Lafayette, jefe de las fuerzas revolucionarias y héroe de la independencia Americana, que a la subida de los jacobinos al gobierno, salvó su vida huyendo de Francia.
Inspirados en la Biblia y los filósofos griegos, los girondinos no tenían enemigos contra los que luchaban. Veían a todos los seres humanos como fundamentalmente iguales – todos creados a imágen de Dios, pero capaces de caer tentados por el pecado – (2): "Acaso no es que, te conduzcas bien o no, en la puerta yace el pecado y te desea, y tú lo dominarás". (Génesis, 4, 7) (3). Sus intenciones eran cambiar el régimen de monarquía absoluta por monarquía constitucional parlamentaria, y suprimir los derechos exagerados de la aristocracia, siguiendo el ejemplo de la pacífica revolución Inglesa. Revolución que tenía, ya entonces, cerca de 600 años de relativa estabilidad, y tranquila evolución hacia la libertad y la igualdad.
La revolución liberal en Inglaterra, además de compartir todos los elementos psico- filosóficos de la derecha girondina, tuvo para su suerte, éxito y estabilidad, el carecer de un sector similar a la izquierda jacobina. Sus únicos promotores fueron la aristocracia y el clero. La primera aportó la fuerza, y el segundo, católico entonces, la ideología. Habiéndose anticipado al Renacimiento, y por tanto a la introducción en Europa de la cultura griega, la única fuente de su ideología liberal fue la Biblia, la que adopta a todo su largo una posición contraria al zoroastrismo y al maniqueísmo. En lugar de describir la realidad como una lucha entre buenos y malos, resalta la dualidad de la naturaleza humana, en la que están mezclados el bien y el mal, la generosidad y el egoísmo, el amor y el odio, el valor y la cobardía.
Como ejemplos de esta posicion tenemos:
a) Los legendarios padres del pueblo "elegido", exhiben todas las cualidades y defectos humanos. El dualismo de su condición humana no impide su elección, por Dios, como padres del pueblo destinado a servir de mensajero de la ley divina a toda la humanidad.
b) Los pecados de David, el rey amado, reverenciado y alabado, del que descendería el Mesías, destinado a redimir a su pueblo y a toda la humanidad, llegan hasta el asesinato. Es interesante notar que David desciende, y por lo tanto también el futuro Mesías, por un lado, de las relaciones incestuosas de Lod con sus hijas y, por otro , de las de Yehuda con su nuera Tamar (4).
c) A los efectos de que los descendientes de los héroes nacionales no se sientan superiores, la Biblia les recuerda que los hijos de Samuel aceptaban coimas violando a la justicia(Samuel 1, 8,3), y un nieto de Moisés, fue sacerdote de un ídolo pagano(Jueces, 18, 30).
d) En el episodio que sirve de inspiración a la filosofía jurídica penal del liberalismo clásico, Dios consuela a Caín diciendo que lo que le pasó a él no indica que sea malo. Lo defiende poniéndole una señal destinada a evitar ser agredido por su pecado. Lo bendice en su vida familiar, amor a sus hijos, y éxito en su empresa: Es el fundador de la primera ciudad, a la que le pone el nombre de uno de sus hijos, y entre sus descendientes se encuentran los precursores de la metalurgia y la música. (5)
Los marxistas que, acertadamente y por su identificación con los jacobinos y su extremismo, se auto definieron como izquierda, también dividieron a los seres humanos en buenos y malos. Al igual que sus predecesores, también ellos se consideraron pertenecientes a los buenos: a los "proletarios" y sus defensores. Los malos eran, ahora, los "burgueses", dueños de los medios de producción, y sus servidores: los sacerdotes de todas las religiones. Convencidos de su justicia, declararon la "Guerra de Clases", destinada a la eliminación de la burguesía y de todas las religiones, en el mundo entero.
Siendo que también pequeños agricultores, que trabajaban con sus animales y herramientas tierras ajenas arrendadas, eran considerados burgueses, el número de los destinados a ser eliminados supero en miles de veces a la aristocracia francesa. El resultado fue que, mientras los jacobinos, en su bondad, asesinaron alrededor de 100 mil personas, los marxistas – más de 100 millones. Convirtiendo al siglo XX, el "siglo de las luces" que nació lleno de esperanzas, en el más terrible de la historia. (6)
También los nazis, dividían a los seres humanos en buenos y malos: Los malos eran los judíos y sus servidores, los marxistas, y los buenos los arios, y en especial los alemanes. Ellos contribuyeron al genocidio del terrible siglo XX, con el asesinato de más de dos decenas de millones de seres humanos, de los que 6 millones fueron judíos, y el resto en su mayor parte eslavos.
Los fascistas, a diferencia de marxistas y nazis, no definieron enemigos y no realizaron genocidio en sus propios paises. Mussolini subió al gobierno en 1922 y al poder absoluto en 1924, y fue sólo a partir de 1938, que se promulgaron en Italia las primeras leyes raciales. Ello fue bajo la influencia y presión de Hitler, cuando Italia se encontraba aislada por la mayor parte de las potencias occidentales, a consecuencia de la conquista de Etiopía. Aproximadamente 8.000 de los 45.000 judíos italianos fueron enviados a los campamentos de exterminio alemanes, durante la segunda guerra mundial.
En los regímenes fascistas de Franco en España, Salazar en Portugal y Perón en la Argentina, no hubo ninguna expresión de racismo o división de los seres humanos en buenos y malos. Solamente Portugal, bajo el gobierno de Salazar, aparece en la lista de campeones del genocidio del siglo XX de la Enciclopedia del Genocidio, y ello después de Inglaterra, y como ella en crímenes contra la humanidad realizados en las colonias de ultramar. (7)
II. Soberbia Ateista vs. Humildad Religiosa.
El ateísmo jacobino aparece combinado con racionalismo, al que nos referiremos en la próxima sección, y con desprecio por las escrituras judeocristianas (8). El hecho que expresó este complejo ideológico, fue la introducción de un ídolo pagano en la catedral de Notre Dame, y su proclamación como "Dios de la Razón". Posiblemente, la primera vez en la historia, que una ideología ateísta dominó una extensa nación, fue durante el gobierno de los jacobinos.
La consecuencia de la asunción al poder de los jacobinos, y el sangriento espectáculo del "Reino del Terror" que trajo consigo, estaba presente en la mente de Nietzsche cuando escribió a fines del siglo XIX: "Esta es la forma en que la fe cristiana fue destruida por su propia moral, y esta es la forma en que la moral cristiana tiene ahora que ser destruida. Nosotros estamos en el umbral de este acontecimiento … Este gran espectáculo en cien actos, que espera a Europa en las próximas dos centurias, el más terrible, el más dudoso, y a lo mejor, el más lleno de esperanza de todos los espectáculos …" (Friedrich Nie tzsche, "Sobre la Genealogía de la Moral").
La primera de estas dos terribles centurias previstas por Nietzsche, fue obra, en el siglo XX, del marxismo, la ideología ateista, que sucedió a los jacobinos en la izquierda del espectro político. La que apoderándose de gran parte del mundo, multiplicó por mil las proporciones del "reino del terror" jacobino. El genocidio de centenares de millones (ver nota 6), que realizaron los devotos de la " sociedad justa", convirtió al siglo XX en el más terrible de la historia humana. Los nazis, ateistas también, que en especial repudiaban las religiones y la moral de origen judío, contribuyeron por su parte, a este sangriento "espetáculo" nietzschiano, con otras decenas de millones de víctimas.
A la derecha del recinto de la Asamblea Nacional Francesa, los girondinos, herederos ideológicos del liberalismo inglés, sostenían la libertad de cultos para todas las religiones, anulando el privilegio y carácter de "religión del estado" de la Iglesia Católica (9). Su posición era fundamentalmente religiosa e influenciada por la Biblia, los filósofos griegos, Montesquieu y los masones (10). Su aspiración, la integración de los valores religiosos y la humildad fundamental del gobernante que se arrodilla frente a un ente superior a él, con la libertad de pensamiento y expresión. (11)El fascismo se diferencia también aquí de la izquierda y se agrupa con la derecha, en lo que respecta al componente religioso de la infraestructura psico-filosófica de la ideología (13). Aparentemente fue Salazar, dictador fascista de Portugal, el que acuno el slogan: "Dios , patria, familia y trabajo", que fue adoptado por el fascismo en el mundo. | Estatuilla de Hamurabi, rey de Babel en el siglo XVIII A.C., en el que aparece rezando arrodillado. Símbolo de humildad. (Museo del Louvre) (12). |
III. Soberbia Racionalista vs. Humildad Empírica.
El impresionante éxito de la mecánica Newtoniana en su descripción de las leyes del movimiento de los cuerpos celestes y terrenos, por medio de un reducido número de muy simples formulas matemáticas, indujo en muchos una cierta forma de delirio de grandeza: El racionalismo. O sea, la expansión, sin precedentes, de la ya preexistente exagerada fe en el poder de la lógica humana. Amplios círculos sintieron, que con la fuerza del pensamiento lógico, logró el hombre llegar al cielo y sólo ciertos problemas de índole técnico lo separaban ahora de llegar, físicamente, a las estrellas.
La falta de conocimiento y comprensión del tortuoso camino por el que avanza la ciencia, camino empírico de prueba y error, que no se diferencia, en su esencia, de la forma en la que el ratón aprende a salir de un laberinto, fortificó la fe en la posibilidad de llegar a la verdad absoluta por deducción. Método que aparentemente, y solo aparentemente, usa la matemática y en especial la geometría. De aqui, que el gigantesco avance de la ciencia a consecuencia de la contribución de Newton, dio un nuevo empuje a la ya vieja forma de soberbia descripta por la Biblia: La soberbia de los constructores de la torre de Babel.
La verdad es, que en el camino por el que Newton llegó a las leyes que llevan su nombre, hubo muy poco de racionalismo y mucho de empirismo. Muy poco pensamiento deductivo, basado en las leyes de la lógica, y uso máximo de los resultados empíricos obtenidos por Tycho Brahe, alrededor de 100 años atrás, en sus observaciones del movimiento de los planetas. Observaciones que sirvieron también a Johannes Kepler, discípulo de Brahe, para establecer las leyes del movimiento de los planetas que llevan su nombre. Newton mismo estaba poseído por una fuerte fe religiosa con tendencia a la mística, y muy lejos de ser racionalista.
Aun antes de Newton, el racionalismo recibió un fuerte impulso con la introducción, en el Renacimiento, de la cultura griega en Europa. Entre sus representantes se encuentran René Descartes (1596-1650) y Benedict Spinoza (1632-77), los que intentaron aplicar el método deductivo usado por Euclides (300 A.C.) en su geometría, en temas mucho menos apropiados a ello. Ambos creyeron poder demostrar la existencia de Dios, con el grado de certeza de la geometría euclidiana, que en ese tiempo era considerada verdad absoluta. Esta creencia sufrió un duro golpe, en el siglo XIX, cuando Nikolai Lobachevsky en 1829, Janos Bolyai en 1833 y Carl F. Gauss (publicado después de su muerte), demostraron la existencia de otras posibles geometrías. Y un segundo golpe en el siglo XX, cuando Albert Einstein y Marcel Grossman llegaron a la conclusión de que ninguna de estas geometrías correspondía a la realidad física.
Jacobinos y marxistas creyeron en la capacidad suprema de la lógica humana. Los jacobinos la elevaron a la categoría de Dios y trataron de sustituir con ella al Dios cristiano en la fe del pueblo. Los marxistas, por su parte, creyeron con absoluta fe en su capacidad de crear, con la ayuda exclusiva del razonamiento lógico, una sociedad más justa. En su soberbia, no sintieron necesidad de una comprobación empírica del "socialismo científico", ya sea en un grupo voluntario o en la experiencia histórica de la humanidad, antes de aplicarlo por la fuerza a centenares de millones de seres humanos. Con fe ciega en la justicia de su racional objetivo, que justificaba todos los medios, no vacilaron en asesinar centenares de millones de seres humanos (Ver la nota 6). También el racionalismo fascista y nazi se manifiesta en la creencia de que el pensamiento lógico tiene la capacidad de crear una sociedad mejor y más justa, sin necesidad de recurrir al control empírico. Mussolini ideó una sociedad basada en el corporativismo, o socialismo sindicalista. Hitler modificó el socialismo internacional de Marx, destinado a crear un mundo ideal sin naciones ni fronteras, en su concepción nacional-socialista, para los alemanes de raza aria.
El nazismo, además, realizó la profética esperanza de Nietzsche, de que después de que la moral judeo-cristiana, irracional y contraria a la evolución darwiniana (14), destruya a la religión, se destruirá a sí misma. Lo que causaría, según Nietzsche, 200 años terribles pero llenos de esperanza, de que la moral racional requerida por la selección natural – gobierno del fuerte y eliminación del débil – favorezca la evolución de la humanidad. (Ver la cita de Nietzsche en la sección II).
Por el contrario, los ideólogos del liberalismo inglés, americano y girondino, se basaron en la experiencia histórica de la Biblia, la democracia y filosofía griega, y la investigación histórica de Montesquieu:
a) Los ideólogos de la revolución liberal inglesa fueron eclesiásticos inspirados en la Biblia. En ella encontraron todos los elementos básicos de la filosofía política, jurídica, económica y moral del liberalismo. Todos ellos tomados de la experiencia histórica acumulada a lo largo de milenios, y del conocimiento empírico de la naturaleza humana. Filosofía profunda, totalmente desprovista de toda pretensión racional, y expresada en forma de narraciones, algunas históricas y otras humanas.
b) El ideólogo principal de los girondinos y de la Revo lución Americana fue Montesquieu, continuador y complementario de Aristóteles. El sumó al estudio de aproximadamente 150 regímenes, que sirvieron de base empírica al libro "Política" de Aristóteles, alrededor de 20 años de investigación, al frente de un numeroso cuerpo de asistentes. Su libro "El Espíritu de las Leyes" (1748), conjuntamente con la Biblia y los filósofos griegos, sirvió de guía a los padres de la revolución americana al establecer los principios e instituciones de los Estados Unidos. Democracia liberal que demostró su estabilidad a lo largo de más de dos siglos.
De las tres forma de soberbia vs. humildad – clasificación de los seres humanos en buenos y malos vs. igualdad y complejidad de la naturaleza humana; ateísmo vs. religiosidad; racionalismo vs. empirismo – que constituyen la diferencia entre las infraestructuras psico-filosóficas de las dos tendencias que dividieron las filas de la revolución francesa, en derecha e izquierda, encontramos que: Marxismo y nazismo comparten con los jacobinos las tres formas de soberbia. Mientras que el fascismo sólo el racionalismo.
El liberalismo ingles y americano comparten con los girondinos las tres formas de humildad: Igualdad y complejidad de los seres humanos, religiosidad y empirismo. Mientras que el fascismo sólo las dos primeras.
Es también posible intentar clasificar la medida de estas características en cada una de las ideologías:
1) La profundidad de la división de los seres humanos en buenos y malos, por jacobinos, marxistas y nazis, parece similar. Pero las dimensiones del conjunto de los "malos" son distintas y determinantes de las proporciones del genocidio realizado por cada uno ellos.
El conjunto de los "malos" más reducido fue el de los jacobinos, que incluía solamente a la aristocracia francesa y sus servidores. El más grande fue el de los marxistas, que incluía a la burguesía de todo el mundo y a todas las religiones.
2) El ateísmo del marxismo, que veía a todas las religiones como "el opio de los pueblos", destinadas a ser eliminadas por la "guerra de las clases" en el mundo entero junto con la burguesía, aparece de un grado superior al de los jacobinos y nazis. El de los Jacobinos, representado por Voltaire (Ver nota 8), muestra raices filosoficas mas profundas que el de los nazis. Mientras que el de estos ultimos, aparece orientado contra las religiones de origen judío, como parte de su rechazo de la moral judeo-cristiana, opuesta al darwinismo social nietzscheano.
3) El racionalismo de los marxistas, nazis y fascistas, se expresó, entre otras cosas, en su fe en la capacidad de planear y realizar una sociedad mejor que todas las que hubo en el pasado, sin necesidad de recurrir al control empírico . Es posible graduarlo de acuerdo con la diferencia entre la sociedad planeada y las conocidas del presente o pasado. Juzgados con este criterio, el racionalismo marxistas ocuparía el primer lugar, y posiblemente el fascismo el tercero.
El racionalismo marxista aparece reforzado por el ateísmo volteriano, y el del nazismo por el darwinismo social nietzscheano. El racionalismo jacobino, que aparentemente aspira a una sociedad liberal similar a la americana, aparece vinculado principalmente con su ateísmo, e influenciado por la filosofía volteriana, por lo que podría ser clasificado en el último lugar.
1) Antoine L. Lavoisier, fundador de la química moderna, fue uno de los "servidores de la aristocracia" asesinado por los jacobinos. Retorno
2) Aristóteles expresa esta misma idea aplicada a la filosofía política: "… siendo el deseo una bestia salvaje, que pervierte la mente de los gobernantes aun cuando sean los mejores hombres …" (Política, III, XVI) Retorno
3) Traducido literalmente del hebreo por el autor (N.N.). En la versión castellana de la Biblia se han agregado palabras que no existen en la versión hebrea, las que le dan un significado totalmente distinto, más infantil y canónico, al versículo. En ella se lee:
"¿No es verdad que si obraras bien, (andarías erguido, mientras que), si no obras bien, estará el pecado a la puerta? (Cesa), que el siente apego a ti, y tu debes dominarlo a él" (Las palabras entre paréntesis no existen en el texto hebreo) Retorno
4) El rabino Mordejay Alon en un programa televisado:
Nuestros sabios se preguntaron: Porque Dios no aparece en el episodio de Yehuda con su nuera Tamar? Y su respuesta es: Estaba ocupado preparando el Mesías. (Citado de memoria. N.N.) Retorno
5) "Quien mate a Caín, siete veces será castigado. Y le puso Dios una señal a Caín, para que no lo mate todo el que lo encuentre" (Génesis, 4, 7)(Traducido del hebreo por el autor N.N.) Retorno
6) Estos terribles números, no incluyen soldados y civiles muertos en acciones de guerra. Ver en este sitio el artículo: "Enciclopedia del Genocidio o Monumento al Holocausto Universal" Retorno
7) Los Estados Unidos también están próximos a entrar en la lista de los campeones del genocidio del siglo XX {Tabla 3, pág. 25 – 30, Encyclopedia of Genocide), si se agrega a la matanza realizada en las Filipinas, los bombardeos de poblaciones civiles en Alemania y Japón. El total del genocidio de ultramar realizado por las naciones democráticas en el siglo XX asciende a dos millones de seres humanos. (O. c., pág. 31) Retorno
8) Voltaire, principal filósofo de los jacobinos, expresa su oposición a la religión diciendo: "Aquellos que pueden llevarte a creer absurdos, pueden llevarte a realizar atrocidades" (Cita difundida).
La terrible historia del siglo XX muestra que las más terribles atrocidades fueron realizadas precisamente por aquellos que no creian en los "absurdos" volterianos. Retorno
9) "De echo la Asamblea aspiraba a que la religión católica dejara de ser la religión del estado y que hubiera libertad de cultos. Luego declaró que protestantes podían ser elegidos para toda función pública (24.12.1789), devolvió a los herederos de exilados protestantes sus propiedades y su estatus como ciudadanos franceses (1790 10. 9 y 9.12), y tomó medidas a favor de los judíos (1790 28.1, 26. 7, 16.8). (Enciclopedia Católica (Internet), Revolución Francesa. Traducido del ingles por el autor N.N.) Retorno
10) La masonería constituyó en los siglos XVIII y XIX una especie de "internacional" liberal. Entre sus miembros se contaban los tres héroes de la liberación de América – Washington, San Martín y Bolívar, Montesquieu, Jabotinsky y casi todo liberal destacado. Reciben en sus filas creyentes de todas las religiones, los que en la ceremonia de iniciación deben jurar por el "Gran Arquitecto", representante colectivo del creador del universo común a todas las religiones, excluyendo así a los ateístas. Su lugar de reunión es llamado "templo" y esta adornado con dos columnas que llevan los nombres de las columnas del templo del Rey Salomón. Retorno
11) Elementos religiosos están presentes en las tres fuentes del liberalismo ingles, americano y girondino: la Biblia, los filósofos griegos y Montesquieu.
Aristóteles considera el reino de la ley como el reino de Dios: "Quien soporta el gobierno de la ley puede considerarse como quien soporta el gobierno de Dios y de la razón, pero quien soporta el gobierno humano agrega un elemento de bestia." (Política, III, XVI)
Platón afirma que no está al alcance de los hombres establecer leyes: "Qué entonces, él dijo, nos queda de la labor legislativa? Nada a nosotros, le contesté, solamente a Apolo, el rey de Delfos, que está a cargo de las cosas grandes, nobles, y superiores a todo" (La República, IV)
Siguiendo a la Biblia y los filósofos griegos, Montesquieu afirma: "Pero el mundo racional está lejos de ser gobernado tan bien como el físico, a pesar de que el primero tiene también sus leyes, que por su naturaleza son eternas, él no las obedece con la exactitud del mundo físico" {O. c.,1, I, 1).
Jefferson en la declaración de la independencia de los Estados Unidos: "Leyes de la naturaleza y del Dios de la naturaleza".
Y Juan B. Alberdi, principal ideólogo liberal argentino: "Esos hechos, esos elementos naturales de la constitución normal, que ya tiene la república por la obra del tiempo y de Dios, deberán ser objeto del estudio de los legisladores, y bases y fundamentos de su obra de simple estudio y redacción, digámoslo así, y no de creación." (Bases, Cap. 17, 1852). Retorno
12) "… y Bal, señor del cielo y la tierra … me llamaron por mi nombre, Hamurabi, el alto príncipe, poseído de temeroso respeto a Dios, a traer el gobierno de la justicia a la tierra, eliminar la maldad y la corrupción; de tal forma que el fuerte no perjudique al débil …" (Prefacio al Código de Hamurabi, traducido de la versión inglesa de L.W. King). Retorno
13) Benito Mussolini fue, antes de la primera guerra mundial, el principal ideólogo marxista de Europa occidental. Fue de este período que le quedó el apodo "Il Duce" (El Líder). Después de la guerra y de la revolución marxista en Rusia abandonó esta ideología, en especial en lo concerniente a "la guerra de las clases". A la que sustituyó por la "armonía social", reconociendo la función llenada por los distintos componentes de la sociedad. Componentes que, en su nueva concepción, debían organizarse en corporaciones o sindicatos (fasci en italiano), de obreros, empleadores, comerciantes, etc.; origen del nombre corporativismo o fascismo de la ideología.
El nazismo, o nacional socialismo, se separó del marxismo, o internacional socialismo, cuando en 1920 el "Partido de los Obreros de Alemania", homologo del "Partido de los Obreros de Rusia" de Lenin, cambió su nombre, bajo la influencia de Hitler, por "Partido Nacional Socialista", y cambió sus "malos", de ser la burguesía del mundo entero, por los judíos. Retorno
14) J.B. Lamarck propuso en 1809 la teoría de la evolución, mientras que C.B. Darwwin lo hizo 50 años más tarde, en 1859. En tanto que Lamarck supuso que los cambios evolutivos eran orientados por el medio ambiente, y por lo tanto su teoría incluía un elemento teleológico de intención u objetivo, Darwin propuso una explicación mecanicista basada en cambios producidos al azar y selección natural de los más aptos.
Ambos investigadores se basaron en observaciones empíricas que dieron una base firme a la teoría evolutiva del origen de las especies. Por el contrario, sus respectivas explicaciones del proceso evolutivo, eran simples elucubraciones racionales carentes de toda base empírica. Esta clase de teorías racionales son legítimas, y contribuyen al progreso de la ciencia orientando la búsqueda de hechos empíricos que las refuercen o refuten. Pero se vuelven problemáticas cuando los legos les atribuyen carácter de verdad probada.
La teoría de Lamarck fue casi olvidada, posiblemente por incluir un elemento teleológico, considerados por ciertos filósofos de la ciencia como no "científicos". Mientras que la teoría de Darwin, desprovista del elemento teleológico, sospechoso de dar entrada a la mano de Dios en el proceso, fue recibida con entusiasmo, y se convirtió en arma de los racionalistas-ateístas en su lucha contra la religión y la Biblia.
El avance de la investigación paleontológica y experimentos evolutivos realizados con microbios en los últimos decenios, llevaron a investigadores, y entre ellos a S.J. Gould, conocido por el público por sus libros de divulgación, a aceptar la posibilidad de la presencia de elementos orientadores de la evolución. Mientras que a lo largo del siglo y medio desde la aparición de la teoría de Darwin, ningún hecho empírico contribuyó a fundamentarla, y quedó en su carácter de especulación racional. Retorno
En el Siglo XX, el más sangriento de la historia, fueron asesinados por sus propios gobernantes entre 170 a 360 millones de indefensos seres humanos. La inmensa mayoría por los regímenes marxistas de la Union Soviética, Asia y Europa.
Teodoro Herzl fundador del Sionismo político, y Vladimiro Jabotinsky fundador del partido Sionista Revisionista, antecesor del actual partido Likud, comprendieron ya a fines del siglo XIX, que el Pueblo Judío afrontaba un nuevo y virulento antisemitismo. Antisemitismo que ponia en peligro su existencia en el Galuth, y urgía su traslado en masa a su propio estado. Weizman y Ben Gurion, por el contrario, ajenos al peligro, estaban posesionados por el sueño de crear una sociedad "justa", lo que requería una inmigración limitada y seleccionada.
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